miércoles, 30 de octubre de 2013

SANTUARIO PACHACAMAC: HISTORIA Y TURISMO.


Pachacámac es un sitio arqueológico ubicado en la margen derecha del río Lurín, muy cerca al Océano Pacífico y frente a un grupo de islas del mismo nombre. Se halla en el distrito de Lurín de la provincia de Lima, en el Perú. Contiene los restos de diversos edificios, que datan del Intermedio Temprano (siglo III d.C.) hasta el Horizonte Tardío (siglo XV d.C.), siendo los edificios del periodo Inca (1450-1532 d.C.) los mejor conservados. Allí se hallaba un antiguo oráculo de la época prehispánica construido básicamente con ladrillos de adobe, que, a la par que el Cuzco en la sierra, era en la costa el principal lugar del culto de la época al dios Pachacámac, al que se le atribuía la creación del universo y de todo lo que éste contiene.

Sus mayores estructuras arquitectónicas son las siguientes:
Templo de Sol, la construcción más imponente, erigida por los incas.
Templo de la Luna o Acllahuasi, también de la época inca. Fue restaurado por J.C. Tello, quien lo llamó Mamaconas.
Templo Viejo, el más antiguo, de la Cultura Lima, se halla actualmente en ruinas.
Templo Pintado, de la época Huari.
Palacio de Tauri Chumpi, donde presumiblemente se alojó el último gobernador local de la época inca.
Nunciaturas regionales o conjunto de palacios con rampa, de la cultura Ichma.
Plaza de los peregrinos, de la época inca.

Se puede visitar los palacios, los templos, las plazas y el Museo de Sitio que conserva piezas de valor encontradas en este lugar.
Asimismo, el distrito de Pachacámac (distrito vecinal) es habitado por una población en continua expansión horizontal en medio del fértil valle del río Lurín.


HISTORIA
Las primeras excavaciones arqueológicas de carácter científico en Pachacámac fueron llevadas a cabo por el arqueólogo alemán Max Uhle en 1897, y se concentraron en dos edificios a los que se denominó Templo del Sol y Templo de la Luna (Acllahuasi). Sobre estos estudios el sabio alemán publicó en 1903 la magnífica obra titulada Pachacámac, que fue muy elogiado y todavía se utiliza como texto básico para el estudio de la arqueología sudamericana. Uhle fue el primero en notar en las cerámicas, textiles y otros artefactos desenterrados, iconografías propias de Tiahuanaco (cultura del altiplano), que hoy sabemos que en realidad se trata del estilo de la cultura huari, pero que en su momento llevó a teorizar sobre la existencia de un imperio tiahuanacota en la región andina. Asimismo, fue el primero en América en usar en sus excavaciones el método estratigráfico, lo que le permitió evaluar la antigüedad de unos restos con relación a otros sobre la base de su posición en los estratos analizados.
Años después, en 1938, el estadounidense Albert Giesecke dirigió un proyecto de la reconstrucción del sitio con el patrocinio del Museo Nacional, el mismo que puso al descubierto importantes vestigios en el área del Templo del Sol, como fibras de tejido y utensilios bien conservados. También inició la reconstrucción del Acllahuasi. La labor de Giesecke, que no era arqueólogo de profesión (era en realidad economista y maestro), fue enérgicamente criticada por Julio C. Tello, entonces director de Museo Antropológico del Magdalena de Lima, quien asumió dicha labor en 1939. Tello reveló los detalles arquitectónicos del Templo del sol que había sido cubierto por depósitos de arena y descubrió una plaza rectangular al este del templo, probablemente usada para acoger a la gente que iba de romería al santuario, por lo que fue denominado Plaza de los Peregrinos. Tello también descubrió un sistema de cisternas y acueductos que recogía el agua de los estratos acuíferos del subsuelo, uno de los cuales era aún visible al sur del Acllahuasi, edificio que Tello denominó Mamaconas. Este último fue completamente restaurado, pero se cuenta que cuando Max Uhle, después de largos años de ausencia, estuvo nuevamente en el Perú en 1941, fue a ver Pachacámac y se irritó al ver las restauraciones que había hecho Tello. Moviendo la cabeza dijo: “¡Esto no es el Pachacámac que conocí!”.
En 1941, el Institute of Andean Research inició excavaciones estratigráficas en la zona, bajo la supervisión de William Duncan Storng y Gordon Willey.
En 1962, Arturo Jiménez Borja, director del museo del sitio de Pachacámac, dirigió excavaciones que pusieron al descubierto numerosos artefactos. Ese mismo año descubrió un camino en zigzag que se dirigía al Templo del Sol. En los años siguientes dirigió las excavaciones complementarias en el lado norte de dicho templo y puso a la luz lo que denominó el Palacio de Tauri Chumpi (nombre del gobernador inca de Pachacámac durante la época de la conquista española) y otras estructuras residenciales del período Inca.
En 1999 empezó el "Proyecto Ichsma", cuya finalidad era determinar la función, el desarrollo y la influencia de Pachacámac durante el período Ichma, inmediatamente anterior al periodo Inca (hacia 1100-1450 d.C.). Los trabajos fueron dirigidos por el arqueólogo Eeckhout de la Universidad Libre de Bruselas y se enfocaron en las pirámides con rampa.
En el 2003 se inició el "Proyecto Arqueológico Pachacámac", dirigido por Izumi Shimada, que hizo excavaciones en la Plaza de los Peregrinos, demostrando definitivamente el uso ceremonial de tal sitio gracias a la recuperación de ídolos, telas y ceramios.


INFORMACION ADICIONAL
Distrito:Lurín
Horario de visita:Martes a sábado de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. Domingos de 9:00 a.m. a 4:00 p.m.
Tarifas:Adultos: S/.8.00 Universitarios: S/.4.00 Escolares: S/.1.00 Niños (5 a 12 años): S/.1.00 Profesores y adultos mayores peruanos: S/.4.00
Consideraciones:Las entradas se venden hasta media hora antes del cierre del santuario.
Dirección:Km 31.5 de la antigua Panamericana Sur - Lurín
Teléfono:430-0168

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